miércoles, 14 de febrero de 2007

LA VIDA NOS DA SORPRESAS, SOOOPRESAS NOS DA LA TELE




Debo reconocerlo, me gusta ver S.Q.P. Quizas debido al pus del morbillo que se despierta en cada uno con tanto conventilleo. Ahora bien, hoy 14 de febrero me toco ver una discusión interesante, de ribetes filosóficos y sociológicos, rara vez vista en nuestra menguada televisión y gatillada en parte por el nuevo "panelista estable" el señor Jose Miguel Villouta. La cosa es que este señor en cuestión presentó lo que denominó una "teoría crítica del amor", una cosa que cualquier varón ilustrado podria describir como la idea de que el amor no existe y es una construcción social o cultural. Acto seguido la periodista Jiles describe una teoría biologicista del amor, sosteniendo que el sublime sentimiento no es mas que una mera alteración de hormonas, mas orientada a la reproducción sexual que al reconocimiento mutuo los individuos. El resto del panel mas ajustado al establishment sostenía que no era posible, que el amor indudablemente era mas que pura secreción hormanal o construcción simbólica.


La forma mas perfecta y mas elaborada de la primera teoría (la que expuso Villouta) la he encontrado en el sociologo aleman Niklas Luhmann, para quien el amor se comprende dentro de lo que se llaman los medios de comunicación simbólicamente generalizados. Estos medios son "instituciones semánticas que hacen posible que comunicaciones aparentemente improbables puedan realizarse con éxito, pese a su escaso indice de improbabilidad". En la evolución la complejidad de la sociedad va incrementando progresivamente. Para poder regularse, es necesario establecer ciertos codigos universalizables en la comunicación, los que poco a poco van a ir dando lugar a los sistemas sociales (autorregulados) a las distintas lógicas que operan en una sociedad. En la medida que estos codigos se enriquecen, aumentan las ventajas de adaptación de la sociedad, ya que las posibilidades de la comunicación aumentan en la motivación, la selección y la transmisión. Estos codigos que enriquecen la comunicación pueden denominarse AMOR, DINERO, VERDAD, PODER, etc. En esta perspectiva, no importa tanto la disposición de los usuarios de estas palabras sino como estas van articulándose en la comunicación social.


Puede decirse que "el medio de comunicación amor no es en sí mismo un sentimiento, sino un codigo de comunicación de acuerdo con cuyas reglas se expresan, se forman o se simulan determinados sentimientos" (el amor como pasión, Peninsula 1985 pág.20 ) "lo que facilita el aprendizaje del amor es la gradación ascendente de los significados establecidos ya firmemente en el código, la interpretación de todas las indicaciones, una comunicación por medio de signos pequeños pero que producen grandes sensaciones" ( el amor como pasión. pág.: 21).

No se si estas cosas las pensará Barbara Rebolledo cuando anima "Pasiones".

martes, 13 de febrero de 2007

El regreso del Aguijón



Basta de Filosofía por un rato, y conversemos de las cosas que alegran profundamente mi oreja...
Primero que pese a la alaraca de la mitad de los medios de comunicación, es sorprendente pasar por estación central y no quedar sordo con los bocinazos y los ruidos de los motores...eso es calidad de vida!!!.
Indudablemente es malo que suba el precio del pasaje, que la frecuencia de las micros afecte a la gente que justamente tiene que trabajar a la cresta del mundo, y que el gobierno siempre sea tan autocomplaciente.
sin embargo, la maravilla de una ciudad sin contaminación acústica es una cosa que me hace pensar que este cambio es necesario.




segundo, y no menos importante, la oreja de vuestro servidor se alegró profundamente de saber que The Police, la gran banda liderada por Sting vuelve a los escenarios. Ojala se rajen con una visita a nuestro país...ya que los pendejos de Kudai, RBD y el pinche Reggeton nos estan moliendo el gusto musical...




domingo, 11 de febrero de 2007

La filosofía y las certidumbres.


Este es otro extracto de lo que escribo.... parte mas bien de una segunda parte que trata de ir desarrollando la discusión sobre la despotenciación de la acción, la incertidumbre social y la filosofía....

* no se quien habra hecho estas ilustraciones inspiradas en Alicia en el Pais de las maravillas, mis respetos a su autor.

¿Qué tan antigua es esta búsqueda de seguridad y fundamentos?. Tan antigua como la misma filosofía, en la medida que ella se definió a sí misma como ciencia de los principios sólidos y fundantes de todo saber. La elaboración de éste discurso filosófico se puede analizar desde su extensión y profundidad. Extensión: la filosofía ha de poder abarcar la totalidad de lo existente, siendo la universalidad su pretensión inmanente. Profundidad: ella se define como la búsqueda de los primeros principios y primeras causas
[1]. Esta motivación esta en Platón, bajo la forma de anhypotheton (reminiscencia esencial), en Aristóteles bajo la forma de episteme, y en Descartes, en el contexto moderno, como búsqueda de fundamentos para toda la arquitectónica del saber, fundamento se encuentra en la certeza del cogito.
Kant entiende la tarea de fundamentación como una crítica de las condiciones de posibilidad del conocimiento y la acción
[2]. Implica un juzgar y criticar el uso de las facultades humanas, el conocimiento ya adquirido, el uso social de ese conocimiento, su desempeño como pretensiones de validez en la sociedad y como discursos justificatorios de la acción personal y colectiva. Esta forma es lo que se conoce como capacidad critica. Hegel pensó ese fundamento como unidad de la naturaleza y la historia en el discurso filosófico bajo el concepto de absoluto. Husserl se plantea la misma problemática cuando busca erigir la filosofía como una ciencia estricta.

Hoy la sensación de crisis, la emoción del miedo y la angustia acompañan esta era de cambios de paradigmas, ante la cual la filosofía le compete una labor aclaratoria, orientadora en el mundo
[3]. Esta perspectiva se acerca a la solución filosófico – científica que pretendía Husserl para la crisis europea previa a la explosión de la segunda guerra mundial. Esta empresa filosófica siempre se ha sido entendida como compuesta de dos momentos: el teórico y el práctico. El primero como actividad contemplativa del mundo que se vive, el segundo como actividad comprensora y transformacional del entorno. La idea de la filosofía es comprender y cambiar las relaciones entre naturaleza – ser humano – sociedad[4].
El cambio de situación en el último tiempo esta marcado no tanto por la búsqueda de fundamentos sino por el debilitamiento de la confianza en esta búsqueda, o llanamente, por el rechazo mismo de esta búsqueda. Muchos rasgos de la filosofía contemporánea se identifican como formas de escepticismo y relativismo, que incluso tienden a ver cualquier pretensión de un conocimiento o norma universal como una falsa ilusión o como un deseo de poder totalitario encubierto. A la par, y sin pronunciarnos aun si existe o no una conexión con algún determinado tipo de filosofía, en la sociedad se ha instalado la creencia de que la razón política es incapaz de encauzar la vida pública, que cualquier forma de pensamiento que pretenda limitar la libertad del individuo en nombre del bien común o la sociedad es negativo, y que toda reflexión que apunte a una concepción diferente o alterna es anticuada, inviable, y peligrosa. (...)

[1] BENGOA RUIZ DE AZÚA, J. De Heidegger a Habermas. Herder, 1992. pág.: 7
[2] BENGOA RUIZ DE AZÚA, J. De Heidegger a Habermas. Herder, 1992. pág.: 8
[3] BOEHM, Ulrich. Filosofía Hoy. Pág.: 45
[4] HOFFE, Otfried. Historia de la filosofía. Pág.: 359

sábado, 10 de febrero de 2007

Reflexiones sobre la Incertidumbre social.


Este es un fragmento de una cosilla que estoy escribiendo, coloque sus críticas (constructivas).
* La imagen es del artista gráfico de origen cubano LAUZAN conocido por sus dibujos en el diario THE CLINIC.


Vivimos una época en la cual una creencia paradojal se ha instalado en nuestras mentes: por un lado tenemos la idea que nuestras sociedades occidentales – desarrolladas han alcanzado el mayor grado de libertad posible, pero por otro hemos perdido la confianza y la fe en que las acciones colectivas puedan modificar el orden o la lógica con que funciona la sociedad, llegándonos incluso a parecer poco razonable cualquier transformación[1]. Puesto en sus palabras: “el incremento de la libertad individual puede coincidir con el incremento de la impotencia colectiva”[2].
Claramente la consecuencia descrita es ético – política, pero el modelo o paradigma que le da base afecta muchas otras dimensiones, sean estas científicas, éticas, estéticas, etc. Hemos llegado a una situación tal que el pensamiento mismo se representa como agotando sus posibilidades, limitándose a tal manera así mismo, que toda posibilidad de pensar diferente, de oponerse, de ejercer resistencia, termina siendo presentada como fútil y vana. La “impotencia colectiva” tiene una dimensión anclada en un pensamiento que se clausura a sí mismo perdiendo la capacidad de comprensión crítica, la sensibilidad y el asombro ante su mundo, cerrando para sí también la posibilidad de auto – controlarse y limitarse en un sentido que contradiga la facticidad social e histórica que se le impone. Curiosamente esta facticidad tiene que ver con el deseo de “dejar hacer libremente” sin trabas, pero cuando se vislumbra como necesaria alguna contención o restricción este pensamiento se vuelve sorprendentemente rígido. Los efectos de un pensamiento estrechado van aparejados a una privatización constante de la vida y a la desaparición de los espacios públicos o compartidos donde se ejerza el debate y la crítica abierta que culmina incluso, en la carencia de auténticos “temas públicos”
[3].
El costo de que la reflexión se vea mermada es que perdemos la capacidad de hacer frente a nuestros problemas y orientarnos en nuestra vida. Esta es una seria perdida de autonomía y libertad, pues terminamos cayendo en la resignación, la fatalidad, o en la dependencia. Una de las manifestaciones más dramáticas es el auge de la sensación de “Unsicherheit”, termino que Bauman traduce y asocia a “incertidumbre”, “inseguridad” y “desprotección”
[4]. Esto tiene consecuencias concretas como la verdadera obsesión por la seguridad que se hace presente en la vida vecinal de las modernas urbes. Nuestra propuesta es que la filosofía puede ayudarnos a recuperar algunas certidumbres para poder luchar adecuadamente para salir de la inseguridad y de la desprotección.
[1] Bauman. En busca de la política. pág.: 9
[2] Bauman. En busca de la política. pág.: 10
[3] Bauman, en busca de la política. pág.: 10
[4] Bauman. En busca de la política. pág.: 13