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Este es un fragmento de una cosilla que estoy escribiendo, coloque sus críticas (constructivas).
* La imagen es del artista gráfico de origen cubano LAUZAN conocido por sus dibujos en el diario THE CLINIC.
Vivimos una época en la cual una creencia paradojal se ha instalado en nuestras mentes: por un lado tenemos la idea que nuestras sociedades occidentales – desarrolladas han alcanzado el mayor grado de libertad posible, pero por otro hemos perdido la confianza y la fe en que las acciones colectivas puedan modificar el orden o la lógica con que funciona la sociedad, llegándonos incluso a parecer poco razonable cualquier transformación[1]. Puesto en sus palabras: “el incremento de la libertad individual puede coincidir con el incremento de la impotencia colectiva”[2].
Claramente la consecuencia descrita es ético – política, pero el modelo o paradigma que le da base afecta muchas otras dimensiones, sean estas científicas, éticas, estéticas, etc. Hemos llegado a una situación tal que el pensamiento mismo se representa como agotando sus posibilidades, limitándose a tal manera así mismo, que toda posibilidad de pensar diferente, de oponerse, de ejercer resistencia, termina siendo presentada como fútil y vana. La “impotencia colectiva” tiene una dimensión anclada en un pensamiento que se clausura a sí mismo perdiendo la capacidad de comprensión crítica, la sensibilidad y el asombro ante su mundo, cerrando para sí también la posibilidad de auto – controlarse y limitarse en un sentido que contradiga la facticidad social e histórica que se le impone. Curiosamente esta facticidad tiene que ver con el deseo de “dejar hacer libremente” sin trabas, pero cuando se vislumbra como necesaria alguna contención o restricción este pensamiento se vuelve sorprendentemente rígido. Los efectos de un pensamiento estrechado van aparejados a una privatización constante de la vida y a la desaparición de los espacios públicos o compartidos donde se ejerza el debate y la crítica abierta que culmina incluso, en la carencia de auténticos “temas públicos”[3].
El costo de que la reflexión se vea mermada es que perdemos la capacidad de hacer frente a nuestros problemas y orientarnos en nuestra vida. Esta es una seria perdida de autonomía y libertad, pues terminamos cayendo en la resignación, la fatalidad, o en la dependencia. Una de las manifestaciones más dramáticas es el auge de la sensación de “Unsicherheit”, termino que Bauman traduce y asocia a “incertidumbre”, “inseguridad” y “desprotección”[4]. Esto tiene consecuencias concretas como la verdadera obsesión por la seguridad que se hace presente en la vida vecinal de las modernas urbes. Nuestra propuesta es que la filosofía puede ayudarnos a recuperar algunas certidumbres para poder luchar adecuadamente para salir de la inseguridad y de la desprotección.
[1] Bauman. En busca de la política. pág.: 9
[2] Bauman. En busca de la política. pág.: 10
[3] Bauman, en busca de la política. pág.: 10
[4] Bauman. En busca de la política. pág.: 13
Claramente la consecuencia descrita es ético – política, pero el modelo o paradigma que le da base afecta muchas otras dimensiones, sean estas científicas, éticas, estéticas, etc. Hemos llegado a una situación tal que el pensamiento mismo se representa como agotando sus posibilidades, limitándose a tal manera así mismo, que toda posibilidad de pensar diferente, de oponerse, de ejercer resistencia, termina siendo presentada como fútil y vana. La “impotencia colectiva” tiene una dimensión anclada en un pensamiento que se clausura a sí mismo perdiendo la capacidad de comprensión crítica, la sensibilidad y el asombro ante su mundo, cerrando para sí también la posibilidad de auto – controlarse y limitarse en un sentido que contradiga la facticidad social e histórica que se le impone. Curiosamente esta facticidad tiene que ver con el deseo de “dejar hacer libremente” sin trabas, pero cuando se vislumbra como necesaria alguna contención o restricción este pensamiento se vuelve sorprendentemente rígido. Los efectos de un pensamiento estrechado van aparejados a una privatización constante de la vida y a la desaparición de los espacios públicos o compartidos donde se ejerza el debate y la crítica abierta que culmina incluso, en la carencia de auténticos “temas públicos”[3].
El costo de que la reflexión se vea mermada es que perdemos la capacidad de hacer frente a nuestros problemas y orientarnos en nuestra vida. Esta es una seria perdida de autonomía y libertad, pues terminamos cayendo en la resignación, la fatalidad, o en la dependencia. Una de las manifestaciones más dramáticas es el auge de la sensación de “Unsicherheit”, termino que Bauman traduce y asocia a “incertidumbre”, “inseguridad” y “desprotección”[4]. Esto tiene consecuencias concretas como la verdadera obsesión por la seguridad que se hace presente en la vida vecinal de las modernas urbes. Nuestra propuesta es que la filosofía puede ayudarnos a recuperar algunas certidumbres para poder luchar adecuadamente para salir de la inseguridad y de la desprotección.
[1] Bauman. En busca de la política. pág.: 9
[2] Bauman. En busca de la política. pág.: 10
[3] Bauman, en busca de la política. pág.: 10
[4] Bauman. En busca de la política. pág.: 13
1 comentario:
super entrete,,
dialogo ameno, seductor
de amplio espectro.
diagnostico compartido...
relacion inversamente proporcional entre libertades individuales y libertad colectiva. (notese el uso singular de esta ultima, por que la impotencia parte desde la misma negación del sujeto, desde la libertad que a todos nos pertenece).
Sin embargo, cuando te refieres a
"Esta es una seria perdida de autonomía y libertad, pues terminamos cayendo en la resignación, la fatalidad, o en la dependencia" ¿construyes una respuesta desde la resignación, fatalidad o dependencia?. Posteriormente, al parecer, lo haces desde ciertas certezas filosoficas.
Porfavor... no puede terminar ahí su texto...
jaja... necesito mas...
porfavor, comparta sus aprendizajes...
Saludox
Caro.
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